En medio de un ambiente festivo -en Gijón estamos de Antroxu y el desfile de las charangas pasaban por nuestro lado-, alrededor de doscientas personas nos fuimos concentrando en la Plaza del Parchís. A las ocho en punto de la tarde, comenzaron a sonar los tambores de guerra feminista de la Charanga "Xuntes y Revueltes". La charanga a la que se van incorporando varones, no sólo aportaron el calor y el ritmo, también un buen montón de letrillas para la ocasión y el cantar de consuno: "Yo que soy tan guapa y tan lista, yo que apenas tuve un sueldo moleurista. Yo, que me he quedao en paro, lo tengo más jodido que la niña del Mariano, del Mariano". El acto, que en principio estaba convocado como concentración, se puso en marcha encabezando la manifestación una pancarta lila firmada por la Plataforma Feminista d'Asturies, con la leyenda: "El Feminismo ni se recorta, ni se entierra. 1911-2011: Centenario de la celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora". Enfilamos hacia la playa para girar por la calle de Cabrales, con los famosos sones de: "Mi curro me lo robaron, con ERES y alevosía. Mi sueldo me lo bajaron, contándome más mentiras. Dónde estará mi curro, donde estará mi curro...". Hubo comentarios por la numerosa participación masculina -podría decirse mayoritaria- y muchos varones acudieron con muchas banderas rojas que no están nada mal, pero sería bueno ir fabricando en los locales alguna lila y mejorar aquella consigna de: "Igual trabajo, igual salario", aunque sea un lugar común nada desdeñable... Si así fuese, si se diese el fenómeno, estaría indicando (tal vez) que se empieza a entender que capitalismo y patriarcado son la misma cosa y que no hay salida anticapitalista que no sea feminista: "Que quien tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide. La conciencia Feminista, no la descuide, no la descuide". La policía local nos iba abriendo paso hasta el Paseo de Begoña y allí, en el kiosco de la Música y entre varias componentes de la Plataforma Feminista d'Asturies, fue leido el siguiente comunicado:
MANIFIESTO 8 DE MARZO
Reivindicamos una Educación Sexual reglada, que nos enseñe a cambiar heteronormatividad por diversidad sexual y a readquirir el poder sobre nuestro cuerpo y nuestros deseos, y en cualquier caso, desterrar de una vez por todas la culpa que pesa sobre nosotras para dar paso al placer. Una educación que además nos enseñe a relacionarnos con las otras y los otros, donde las relaciones de poder se conviertan en acompañamiento y los mitos del amor al fin se queden dormitando en las películas antiguas.
Decimos no a la doble, triple jornada. Porque si decidimos ser también asalariadas no es para tener un grillete en cada mano. Exigimos todos los servicios necesarios (guarderías públicas, reducción de la jornada sin disminución de salario, comedores públicos…) para disfrutar de nuestro tiempo libre y para que decidir ser madres no implique convertirnos en esclavas.
Exigimos el libre derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo: mayores plazos legales para realizar las interrupciones voluntarias del embarazo; no tener que comparecer ante ningún tipo ni clase de tribunal para poder hacerlo. Exigimos igualdad en el acceso al aborto en todo el territorio nacional y dentro del sistema de sanidad público. Exigimos sistemas claros de información sobre los distintos sistemas de interrupción de embarazo y una educación afectivo sexual efectiva, que llegue a las y los jóvenes y que también les prepare y prevenga de modo efectivo sobre los embarazos no deseados y las enfermedades de transmisión sexual.
Exigimos medidas más eficaces en la lucha contra la violencia machista, recursos económicos que lleguen a todas las mujeres que los necesitan, y medidas legales que protejan a las víctimas de manera real. Exigimos reformas legales para que las mujeres que denuncian no se encuentren en desventaja en procesos judiciales paralelos. Exigimos formación para todo el personal que trabaja en los casos de violencia y que se luche contra los prejuicios que presuponen que la mujer denuncia por otros motivos y la culpabilizan, penalizan y dejan desprotegida legal y económicamente frente a su agresor. Exigimos información y formación afectivo sexual, sobre todo entre las y los jóvenes, para poder prevenir a tiempo la reproducción de los roles y de la violencia en las generaciones futuras.
El capitalismo decadente, en descomposición y en crisis estructural golpea a la clase obrera a través de sus consejos de administración representados por los gobiernos de turno, que implementan medidas para no ver reducida su tasa de ganancia (privatizaciones, recortes sociales, aumento de la edad de jubilación, abaratamiento del despido, subvención a las cuotas empresariales de seguridad social o la última reforma laboral, etc) medidas que inciden especialmente sobre las trabajadoras, eslabón más débil de la cadena productiva, instaladas en la desigualdad y sobreexplotación en el mercado laboral: discriminación salarial representada en un salario medio femenino inferior en un 22% respecto al masculino, que alcanza un 37% menos en las mujeres trabajadoras jóvenes y llegando a ser inferior en un 50% entre las inmigrantes, acoso sexual, precariedad absoluta siendo las mujeres trabajadoras mas del 77% de los ocupados a tiempo parcial, trabajo en la economía sumergida y únicamente un 44% de mujeres en el mercado de empleo formal. La tasa de paro femenina se sitúa ya en el 20,79% siendo entre las mujeres inmigrantes del 29% y en las jóvenes del 61%."
Denunciamos las diferencias entre la vida laboral de hombres y mujeres, marcadas por la precariedad y la feminización del cuidado de las hijas e hijos y de familiares dependientes. Que hacen que la pensión media de las mujeres sea un 40% más baja que la de los hombres. Denunciamos que elevar de 65 a 67 años la edad de jubilación y aumentar de los 15 a 20 años el período de cálculo para poder jubilarse son medidas que penalizan especialmente a las mujeres. Actualmente 1 de cada 4 mujeres mayores de 65 años está bajo el umbral de la pobreza. La nueva reforma laboral y la reforma de las pensiones perjudica especialmente a las mujeres.
Exigimos que las empleadas de hogar (que actualmente tienen un Régimen Especial de la seguridad social) estén incluidas en el Régimen General de la Seguridad Social. Deben tener los mismos derechos que el resto de las y los trabajadores.
Denunciamos las políticas de inmigración la ley de extranjería y exigimos papeles para todas.
Denunciamos la lógica de la acumulación y del crecimiento económico como una lógica patriarcal, capitalista y androcéntrica.
Proponemos como una alternativa real y feminista a la crisis económica:
Trabajar menos para vivir mejor y trabajar menos para trabajar todas
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